Una Revolución comienza con una idea.
En una casa de ladrillo de finales del siglo XIX, catalogada como monumento histórico por el INAH, se ubica La Revolución, Comedor de Baja California. Originalmente de las hermanas Castillo, la casona sufrió deterioro por el tiempo y fenómenos naturales.
La rehabilitación, a cargo de la arquitecta Susana López González, utilizó una intervención arquitectónica por contraste, destacando y preservando el patrimonio histórico con materiales como adobe, concreto y acero, conectados por madera.
Tras la intervención, el edificio se ha convertido en un referente icónico del Distrito del Arte en San José del Cabo.